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Cinco lugares asombrosos en México, para hacer un viaje de incentivo


México es el mejor país para hacer un viaje de incentivo.

 

En los últimos años, México se ha posicionados como uno de los destinos más visitados del mundo. La riqueza de sus paisajes, la diversidad cultural y las ciudades boyantes lo han convertido en la sede perfecta, para organizar con el equipo un viaje de incentivo que sea determinante para definir el presente y el futuro de la empresa.


Y es que los viajes de incentivo son una posibilidad estupenda para construir una organización sólida, en el que las y los colaboradores caminen juntos y claros rumbo a la misión esencial de su organización.


Este tipo de travesías laborales generan cohesión, concentración y lealtad. Asimismo, fomentan la creatividad y les permitirán a los líderes reconocer talentos y encontrar nuevas soluciones a viejos problemas estructurales. 


México, el mejor destino para viajes de incentivos.


En ese sentido, México es el destino idóneo para lograr todo esto. Más que una colección de ecosistemas únicos en el mundo es un país moderno, en el que coexisten las mejores vistas con espacios equipados para hacer convenciones, capacitaciones y actividades de integración. 


Con esto en mente, es recomendable dejar que los expertos en México y en viajes de incentivos se encargue de organizar para tu empresa una travesía capaz de trazar una línea entre el pasado del futuro.


En México coexiste la modernidad y las grandes tradiciones


 En Neos Tempo tenemos una filosofía sustentable y sabemos cómo organizar viajes de incentivos a la medida de las necesidades de tu empresa. Travesías que lo tengan todo: destinos especiales, espacios propicios para la integración y una de las mejores tradiciones culinarias del mundo. Dicho esto, aquí les dejamos cinco destinos mexicanos perfectos para viajar con el equipo. 

 

Tepoztlán 


A poco más de una hora de la Ciudad de México, existe un pueblito con una montaña poética, que en la cima tiene una zona arqueológica y uno de los miradores más impresionantes de Morelos.


Un pueblito cerca de la capital con un espíritu único.


Este pueblo ofrece desconexión con el bullicio cotidiano, largas caminatas en un bosque verde, árboles gigantes e instalaciones equipadas para que un equipo de trabajo se concentre. 

 

Ciudad de Oaxaca


Bienvenidos a la esencia de México, se trata de una ciudad con raíces profundas, llena de historias y colores que desafían en cada instante los sentidos. En todas las esquinas hay algo que ver, oler, descubrir y hasta probar. 




La capital de Oaxaca es también un espacio fantástico para estimular las actividades de grupo. Aquí los colaboradores encontrarán una fantástica la inmersión cultural y un escenario perfecto para generar nuevas dinámicas en la corporación.

 

Riviera Maya 


Existen lugares que resignifican el lujo. Aunque para algunos esta palabra está relacionada con el dinero, para otros con la posibilidad de trabajar frente al mar más turquesa del mundo. Un sitio absolutamente hermoso, en el que los paisajes se funden con la cosmogonía maya.



En ese sentido, existen pocos lugares para construir equipo y generar nuevas dinámicas laborales que sean tan asombrosos como el Caribe mexicano.  Aquí hay desde hoteles preciosos equipados para todo tipo de reuniones laborales, hasta iniciativas sustentables locales de comida, naturaleza y ocio para unir al equipo de una manera genuina. 

 

San Miguel de Allende 


Una ciudad de la época colonial, famosa por su arquitectura barroca y por ser un destino que se adapta a los deseos de cada viajero. Desde los que aman la historia, los que quieren caminatas, hasta los grandes grupos que quieren sumergirse en la belleza de sus edificaciones.



En este pueblito, del centro de México, las empresas cuentan con todas las herramientas para planear un gran viaje de incentivos, desde hoteles exclusivos, restaurantes de vanguardia hasta espacios naturales tranquilos y cómodos.

 

Ciudad de México


La capital de nuestro país es vibrante, inmensa y absolutamente sorpresiva. Por un lado, es una urbe de rascacielos y avenidas, y por otro es un destino en sí mismo en el que hay museos, restaurantes, cultura desborda, paseos por el pasado prehispánico y hasta lagos en medio de la naturaleza viva.



Un viaje de incentivo en esta ciudad ofrece esa mixtura perfecta entre desarrollo moderno y experiencias turísticas famosas e inadvertidas. En este lugar se puede hacer de todo, desde comer en un mercado barrial hasta caminar en calles de otros siglos, que parecen máquinas del tiempo.

 

 

 

 

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